omo suele ocurrir con las prendas de vestir, las piezas que dieron origen al bikini que conocemos en la actualidad eran prendas mucho más toscas y menos estilizadas. La historia del bikini está repleta de anécdotas y curiosidades, además de diversos cambios de percepción por diversos sectores de la sociedad. ¿Cómo fue el origen del bikini? ¿Cuándo empezaron a usarse? ¿Qué hay detrás de la historia de los bikinis? Te lo contamos todo acerca de cómo se fraguó el comienzo de uno de los conjuntos de baño más representativos de todos los tiempos.
El origen del bikini y su acogida por todo el globo
Para remontarnos a los comienzos del bikini debemos escarbar por la historia del siglo XX y llegar hasta la primera mitad de la centuria para poner el foco sobre Louis Réard, un ingeniero galo creador de la icónica prenda que se inspiró en el atolón homónimo para ponerle nombre a su nuevo conjunto. En el atolón Bikini se realizaban con frecuencia pruebas atómicas durante la posguerra, lo que propició el uso de Bikini como nombre para referirse al conjunto de baño y perdurando hasta nuestros días. Fue llevado por primera vez el 5 de julio de 1946 por Micheline Bernardini, una stripper que causó tal revuelo que diversas naciones e instituciones lo calificaron de atrevido y escandaloso, llegando a legislar en su contra.
Sin embargo, el bikini agradó enormemente entre los franceses. La historia del bikini no se entiende sin el carácter francés, uno de los más abiertos de la época que ayudó a otorgar el apoyo a esta prenda y a darle la popularidad que se merece. De hecho, su popularidad fue tal que personalidades como Brigitte Bardot, Rita Hayworth y Ava Gardner fueron vistas con él, proyectando a nivel mundial el uso del bikini y asentando las bases para su uso cotidiano. Una de las escenas icónicas relacionadas con la historia del bikini tiene que ver con la saga cinematográfica de James Bond, cuya primera entrega, Dr. No, proyectó en salas de cine de todo el mundo a Ursula Andress con un icónico bikini blanco.
Orígenes clásicos y puritanismo
No obstante, aunque el francés Réard es el considerado creador del bikini moderno, existen pruebas arqueológicas de que los antiguos ciudadanos de época prerromana ya utilizaban piezas de dos prendas para el baño, lo que dificulta rastrear el verdadero origen del bikini. En algunos mosaicos antiguos podemos encontrar las primeras representaciones de bikinis, como el que representa una escena de baño en la antigua Villa Romana del Casale. De hecho, las bandas grecorromanas fueron muy populares durante la década de 1920, que eran también utilizadas como relleno para darle mayor volumen al pecho. Una de estas piezas fue exhibida en el Museo de Londres en 1998, lo que demostraba que la historia de los bikinis era mucho más longeva de lo que parecía en un primer momento.
No obstante, el uso del bikini no siempre ha estado ligado al baño. Se cree que estos conjuntos de dos piezas eran empleados en época clásica a modo de ropa interior, más como un complemento para el baño y evitar que las zonas íntimas se humedecieran que como una pieza estética para disfrutar de un baño en las termas.
El puritanismo es un rasgo que siempre ha estado ligado a la historia del bikini. En 1907, la nadadora Annette Kellerman fue arrestada por llevar una prenda de baño demasiado ceñida al cuerpo, sin mangas y de una sola pieza, que le cubría el pecho desde el cuello hasta los muslos. A pesar de que muchos medios de comunicación de la época utilizaron la fotografía de Kellerman para justificar el escándalo que suponía portar un tipo de ropa de baño como esa, pronto se alzaron las voces que destacaron su gusto exquisito y su refinado diseño, dando la razón a la posterior historia del bikini, que vio en la figura del ingeniero francés un exponente para potenciar y reivindicar la posición del bikini no solo como un complemento estético de exquisito gusto, sino como un conjunto de baño plenamente funcional.
El bikini en época moderna
A pesar de que la historia de los bikinis está ligada a aspectos un tanto denigrantes y machistas, los avances en la percepción de este tipo de prendas y la influencia innegable que ejercieron diversas celebridades de la época ayudaron a darle al bikini moderno la reputación que actualmente tiene. No obstante, la historia del bikini no es un camino de rosas y de repentinos éxitos. Las ventas de los novedosos bikinis no fueron en absoluto grandes, y Réard se dedicó al diseño de bragas en la tienda familiar. Esto fue propiciado por la prohibición de usar bikini en países como España, Bélgica, Italia, Portugal, Australia y algunas cosas de Estados Unidos y Francia.
El origen del bikini está irremediablemente ligado a las celebridades del cine de la época y, por consiguiente, a Cannes, desde donde se fomentó la celebración del archiconocido festival. Por tanto, casi de manera accidental, Cannes se convirtió en el mayor proyector, defensor y reivindicador del bikini como prenda digna para su uso en espacios abiertos. En el caso español, encontramos en Benidorm nuestro particular Cannes: fue el alcalde de esta ciudad alicantina, Pedro Zaragoza, quien intercedió ante el dictador Francisco Franco para legalizar el bikini, algo que ocurrió en 1959. Esto provocó que la ciudad se convirtiera en todo un centro turístico, algo que perdura todavía hasta nuestros días.
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