a evolución va ligada a la sofisticación, y para comprender cuál es el origen del bikini nos tenemos que remontar varias décadas atrás. Y es que no solo la disposición de las prendas guarda un buen puñado de curiosidades: el origen de la palabra bikini es tan insospechado que, si no has oído ninguna historia al respecto, estamos seguros de que te sorprenderá.
¿Cuál es el origen de la palabra “bikini”?
Si hablamos del origen del bikini, irremediablemente tenemos que mencionar a Louis Réard, un ingeniero francés que diseñó esta curiosa prenda de baño vanguardista hasta ese momento. Su concepto rompía todos los convencionalismos de la moda femenina de la época y en muchos países, incluyendo a España, se prohibió su uso, etiquetando a los franceses con calificativos despectivos haciendo alusión a su afán liberador y a lo que muchos consideraban un insulto a los principios conservadores de una sociedad en la que la religión tenía mucho peso.
En realidad, el origen de la palabra bikini atiende a la inspiración de Réard, que empleó el nombre de un atolón del mismo nombre que gozó de enorme popularidad durante la época de posguerra. Y es que antes de la creación de este conjunto de ropa, Bikini en origen era el nombre con el que se referían las fuerzas militares de distintos países al atolón utilizado para realizar numerosas pruebas atómicas. Tal fue la popularidad de esta región en aquella época que Louis Réard decidió bautizar con él a su nueva creación.
En origen, el bikini era una prenda conceptual que, pese a su practicidad, fue poco llevada por ser demasiado atrevida para las mujeres de la época. Y con razón, a tenor de la generalizada reacción de escándalo que provocó que Micheline Bernardini, una stripper del momento, lo llevara puesto en público un 5 de julio de 1946. El revuelo levantado fue tal que muchas naciones se apresuraron a declararlo escandaloso y a legislar en contra de su comercialización y popularización.
Pero entre la sociedad francesa la nueva prenda caló enormemente. Por eso, muchos establecen en Francia el verdadero origen del bikini. Y no hablamos solo de su concepción, sino de hacer que sea, a día de hoy, una de las prendas de baño más popularizadas. Y es que, aunque en origen el bikini causó mucho revuelo, pronto personalidades de la talla de Ava Gardner, Brigitte Bardot o Rita Hayworth decidieron llevarlo puesto en público en algún momento, asentando en realidad las bases de una nueva manera de entender la moda. De hecho, en la cultura popular también tuvo cada vez mayor protagonismo, haciendo especialmente famosa a Ursula Andress en su estelar aparición en Dr. No, la primera película oficial del agente 007.
Pero, ¿el bikini de verdad tiene su origen en Francia?
Aunque en origen el bikini fue una prenda enteramente ligada a la figura de Réard y recayó sobre Francia su popularización, en realidad existen precursores que datan de la época clásica. Algunos mosaicos de la Antigua Roma muestran a mujeres con prendas de baño muy similares. Una de las representaciones más famosas se encuentra en la Villa romana del Casale.
En Roma también tienen su origen las populares bandas grecorromanas, que se popularizaron durante los años 20 de la pasada centuria y que demuestran que, en origen, el bikini fue concebido mucho antes de que Réard le acabase de dar forma y bautizar con el nombre con el que hoy es conocido.
Por tanto, pese a que el origen de la palabra “bikini” está muy ligado a esta etapa de posguerra, el hecho de que este conjunto de baño se asocie de manera única y exclusiva a Francia parece algo pretencioso y hasta negligente para quien tenga el menor aprecio por la historia de la humanidad.
La evolución del concepto del bikini y su asimilación social
A pesar de que el puritanismo era un rasgo predominante en la mayoría de las sociedades del siglo XX, en el año 1907 se llegó a detener a la nadadora Annette Kellerman por llevar una prenda de baño demasiado ceñida al cuerpo, que carecía de mangas y era de una sola pieza, que le cubría desde el cuello hasta los muslos. Un hecho que, pese a su inicial recepción, supuso un punto de inflexión en el empoderamiento de la mujer del siglo XX y que propició la evolución del sector de la moda.
No obstante, pese a los avances experimentados en su aceptación y en el éxito que el bikini en origen parecía estar destinado a disfrutar, en realidad no fue hasta muchos años después cuando se consiguió popularizar una prenda de baño como esta.
De hecho, Réard continuó dedicándose al diseño de bragas en la tienda de su familia dado el escaso éxito que tuvo el bikini: su origen no es un relato de atronadores éxitos, sino más bien de una lucha bajo mano por el empoderamiento de la mujer por decidir sobre sus cuerpos y sobre sus gustos acerca de la moda.
El hecho de que los bikinis estuvieran prohibidos en países como Italia, Bélgica, España, Portugal, Australia y zonas localizadas de Estados Unidos y Francia no ayudó a su popularización, lo que redujo el margen de ventas potenciales del bikini en los primeros años en los que fue comercializado.
Sin embargo, fue gracias a la proyección internacional que le dieron al bikini las celebridades del cine del momento en contextos de tal magnitud como el Festival de Cannes por lo que el bikini comenzó a gozar de un estatus de aceptación social. Durante años, Cannes fue símbolo de la defensa del bikini, un espacio replicado en multitud de naciones, que contaban con ciertas regiones localizadas donde el bikini gozaba de mayor aceptación. En España, este pequeño oasis podía ser encontrado en Benidorm, algo que se consiguió gracias a la intercesión del alcalde de la ciudad, Pedro Zaragoza, ante el dictador fascista Francisco Franco, que lo había declarado ilegal. Finalmente, en España el bikini fue legalizado en 1959, haciendo de Benidorm un enclave turístico sin igual hasta el momento.
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