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a lencería es una de las prendas más bonitas y sensuales que podemos encontrar en el mundo de la ropa interior, pero también una de las más delicadas. Y es que estas prendas utilizan tejidos mucho más finos, además de contar —en muchos casos— con encajes, tules, rasos o puntillas. Por eso, resulta fundamental tener un cuidado especial con la lencería fina, sobre todo, a la hora de ser lavada.

En este artículo te explicamos varios trucos para cuidar de tu lencería delicada, tanto para lavar, como para guardarla y otras cuestiones más. Te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos para cuidar de tu ropa íntima y alargar su vida útil.

Mira las etiquetas

Lo primero que debes hacer, sí o sí, es comprobar las instrucciones que aparecen en las etiquetas. Podemos encontrar muchos tipos de ropa interior, como las braguitas, los sujetadores, los conjuntos para dormir y los camisones, la lencería para novias y la lencería de tallas grandes. En general, estas suelen ser prendas de lencería delicada o lencería fina, por lo que siempre hay que tener mucho cuidado con ellas. Ahora bien, es posible que algunas sean más resistentes que otras, todo depende de los complementos y del diseño —como los encajes y las puntillas—. Por eso, antes que nada, lee las instrucciones de la etiqueta para evitar cometer errores.

Cómo lavar lencería 

Lavar la lencería es un mundo aparte. A diferencia de cómo lavamos otras prendas, la lencería debe seguir un ritual distinto. Por supuesto, separaremos siempre la ropa por colores, las blancas y las de tonos oscuros. En cualquier caso, es recomendable que tengas en cuanta los siguientes consejos:

Lavar lencería fina a mano

Siempre que se pueda —y que se disponga de tiempo y de ganas— la lencería debe ser lavada a mano. Con ello evitarás que las tazas se deformen o que los aros se salgan, además de evitar que cambien los colores. En este caso es recomendable, así mismo, que utilices jabón neutro. Ahora bien, si la lencería está hecha con algodón, entonces si podrás meterla en la lavadora. Eso sí, recuerda siempre utilizar bolsas para lavar lencería, como explicamos más abajo.

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La temperatura del agua

A la hora de responder a cómo lavar lencería debemos tener siempre en cuenta que la temperatura del agua sea igual o inferior a los 30º. Así conseguiremos que los tejidos de la lencería delicada no se resientan y que nos pueda durar mucho más tiempo. Y es que una temperatura superior provoca que la lencería se deforme y que se agranden las prendas.

Bolsas para guardar lencería

Estas bolsas sirven para proteger a la prenda de los daños que pueda sufrir por el roce con otras prendas o con el bombo de la lavadora. Y es que, si la lencería tiene algún desperfecto, como una rotura o un hilo suelto, este puede engancharse a los distintos recovecos o a los detalles del resto de las prendas. Ahora bien, en el caso de que no cuentes con bolsas para guardar la lencería siempre puedes optar por el truco de la funda de la almohada. Como hacemos con las medias y con otras prendas, la lencería puede colocarse en el interior de la funda de una almohada para lavarse, siempre y cuando metamos las prendas en la lavadora.

Evita los detergentes o jabones en polvo

Para lavar lencería delicada hay que tener cuidado también con los jabones o detergentes que empleemos. Por supuesto, debemos evitar siempre el detergente o jabón en polvo, así como la lejía —o cloro—. Lo más recomendado es el jabón líquido neutro para lavar.

Secar la lencería fina

A la hora de secar la lencería también hay que tener mucho cuidado con las prendas. Lo primero y más importante de todo es evitar utilizar las secadoras. Jamás debes meter una prenda de lencería en la secadora ya que los tejidos son muy finos y pueden acabar fundiéndose o apelmazándose. Recuerda que la lencería utiliza un tipo de fibra y tejido distinto al del resto de prendas interiores como las de algodón o las de nylon. Evita también que las prendas de lencería pasen por el centrifugado de la lavadora. Lo mejor, pues, es secarla al aire libre. Ahora bien, en este último caso, asegúrate de colocarla en un lugar donde no le dé el sol directamente pero que cuente con ventilación. Ten en cuenta que si expones las prendas de lencería al sol es muy posible que estas acaben perdiendo su color. El proceso de secado será más lento, pero conseguirás alargar la vida útil de tu sensual pieza de lencería. 

Blanquear la ropa interior

Si tu ropa interior blanca, incluida la lencería, se está volviendo amarillenta hay un truco que puede ayudarte a recuperarla sin necesidad de hacer uso de la lejía —lo cual queda terminantemente prohibido—. Eso sí, ten mucho cuidado cuando se trata de prendas de encaje. El truco consiste en dejar la ropa durante unos 10 minutos a remojo —no más— con jabón neutro antes de que vayas a lavar a mano o a máquina. También puedes optar por remojarla con agua tibia con sal y lavar pasados unos minutos.

Dónde guardar la lencería

Por último, y no menos importante, es el lugar donde debemos guardar la lencería. Lo que debes hacer es buscar un lugar único y exclusivo para tus prendas de lencería. Destina uno de los cajones de tu cómoda o de tu armario únicamente para ellas. De esta forma evitarás que la lencería fina pueda engancharse y rozar con otras prendas de tu repertorio. Y es que los tejidos de la lencería son mucho más delicados que los de cualquier otra prenda. Es por ello que se recomienda un espacio especial.

Disfruta de tu lencería durante mucho tiempo

Si sigues estos consejos, tu lencería aguantará durante mucho tiempo y podrás disfrutar de ella en todas las ocasiones especiales que desees. En nuestra tienda Unas1 puedes encontrar una gran cantidad de piezas de lencería de calidad, como la última colección de la firma de moda catalana Andrés Sardá titulada como ‘Imagine.

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